
Crispín d’Olot y Vanesa Muela unieron su arte en el Teatro Municipal
Había gran expectación por asistir al espectáculo denominado “Tributo a Joaquín Díaz, la voz y memoria de la tradición”, a cargo de Vanesa Muela y José Manuel Ramos “Crispín d´Olot”, y ambos artistas no defraudaron a un buen número de público que se citó en el Teatro Municipal bañezano durante la tarde del viernes 27 de noviembre.
Al inicio, el alcalde de La Bañeza, Javier Carrera, entregó un detalle al musicólogo y folclorista, en presencia del periodista Javier Pérez Andrés, que presentó la velada poético-musical, dividida en tres partes. En la primera se escucharon romances, incluso con la participación del público en alguno, en la segunda se rememoraron tradiciones y en la tercera se hizo hincapié en la importancia que las coplas de ciegos tuvieron en el saber popular. También se alternaron vídeos donde Díaz comentaba aspectos de su trabajo y de la importancia de valorar lo propio: “conviene que nadie se olvide de sus orígenes” fue la frase suya proyectada en el escenario.
“Estamos viendo un sinfín de tributos a artistas en todos los continentes y pensamos que Joaquín Díaz era merecedor de uno, por su labor impagable en favor de recuperar las tradiciones”, comentó el juglar bañezano al comienzo, agradeciendo el apoyo del Ayuntamiento a la iniciativa.
En el cuidadoso repertorio elegido, se escucharon, por citar algunos, el Romance del enamorado y la muerte, el del Prisionero y el del Conde Olinos. En el apartado tradicional, Muela se encargó del canto de trabajo con criba, d´Olot interpretó el Romance del rústico pastor, y ambos el Romance de la molinera y el corregidor, entre otros. Y cerrando con las coplas de ciegos, hubo brindis participados por los asistentes, que también disfrutaron del Romance de la tía Eulalia y El tío Turuliru… premiando las intervenciones con muchísimos aplausos y pidiendo un bis que el dúo artístico concedió.
La potente y afinada voz de Vanesa Muela, unida a su dominio de las percusiones, se fundió con la guitarra y la maestría declamatoria de Crispín d´Olot, logrando momentos sublimes en una velada de esa “Bañeza de la Cultura” que tantos artistas ha dado en diferentes ramas.