Rce. a la muerte de don Suero de Quiñones
ROMANCE A LA MUERTE DE DON SUERO DE QUIÑONES
En el suelo está don Suero,
no se mueve ni respira.
Hay silencio y conmoción
desde el puente hasta la villa.
Hay silencio y conmoción
del Órbigo a las orillas.
Lo tumbado del caballo
una lanzada enemiga.
Propinósela un rival
por venganza y por envidia;
propinósela un rival
que en mala hora nacía.
LLévanlo envuelto en sudario
doncellas y señoritas.
Preséntanselo a su dama
que llora a lágrima viva.
preséntanselo a su dama,
que llora descolorida.
- Malahaya sea Fortuna
que comete esta injusticia.
Besa a don Suero en los labios
con dos claveles de vida;
besa a don Suero en los labios
con llanto lava su herida.
Qué redoblen las campanas
de León y de Castilla
por el alma de don Suero
ya al fin libre de fatigas,
por el alma de don Suero,
caballero de valía.